Elucubraciones logicas en el asesinato de Jose Enrique

Héroes Atípicos/Unliky heroes
 "Pienso, luego existo". René Descartes

  Algunas sociedades se cansan de la violencia, de  la política, de prejuicios ancestrales  y deciden de repente, sin planificarlo de forma consciente; reclamar sus derechos, manifestar abiertamente su descontento para tratar de cambiar el orden establecido y exigir lo que no se les ha dado. Algunas personas de forma consciente o inconsciente sirven de motores de estos cambios. El pueblo los utiliza como la chispa que le sirve de motivación para pedir algo que todos habían pensado pero muy pocos se atrevieron a exigir.

  A veces, el mensajero no es el ideal pero el mensaje es tan fuerte que surge un coro de voces que al unísono claman; luchan hasta lograr el objetivo. Cuando David Sanes murió a causa de una bomba lanzada por la marina cerca de su puesto de observación en Vieques, nadie se percató (en un principio) que ese sería el detonante para que todo un pueblo se uniera para sacar la marina de Vieques, ni siquiera la alta incidencia de cáncer en la Isla había servido para unir  todas las voces que protestaban y pedían sacar a la marina de Vieques. La paradoja era que Sanes era un empleado de la marina y posiblemente no estaba a favor de  sacar a la marina de Vieques y hasta su familia estaba dividida entre los que permitían usar la muerte de David como la mecha para comenzar la lucha para sacar la marina y los que no estaban de acuerdo. El pueblo se unió, como nunca antes lo había hecho, y se logró lo que parecía imposible: Sacar a la todopoderosa marina norteamericana de Vieques.

En Estados Unidos *Michael King, entre otros, dirigió a los negros en la lucha contra la opresión y el discrimen y logró su objetivo a pesar de ser: bígamo, “plagiador”, comunista y un enfermo sexual compulsivo.

 En Puerto Rico, el pueblo ha estado buscando la forma de protestar ante la rampante violencia que arropa el país. Especialmente, ante las recientes muertes  de Juan Carlos Vega Ruiz y José Enrique Gómez Saladín  por juzgarlas innecesarias e inhumanas. Otros asesinatos que han marcado la sociedad son los de Estéfano, Lorenzo, Carla Michelle y Yexeira. Todos han llamado nuestra atención y nuestro rechazo pero el que ha recibido mayor exposición mediática es el del publicista José Enrique Gómez Saladí. Pienso que la chispa para que encendiera  nuestra lucha cívica contra la criminalidad era la del joven  Juan Carlos Vega pero la opinión pública escogió a José Enrique como portaestandarte de la lucha.

Este asesinato ha levantado otra vez la bandera de la pena de muerte en Puerto Rico. La implantación de la pena de muerte es la aceptación implícita de nuestro fracaso como sociedad.    Es la aceptación de que existe discrimen social, de  que el gobierno, la religión y la familia no han tenido éxito en la tarea de sembrar y cultivar los valores,es recalcar  que nuestros valores se han trastocado y que somos una sociedad enferma (en intensivo) a punto de zozobrar.

Quisiera argumentar lógicamente sobre algunos aspectos que me hacen pensar que ese caso no cualifica para la pena de muerte. Comencemos…

Todos hemos comentado sobre lo terrible del asesinato, la golpiza y lo macabro del hecho. Por qué los asesinos lo mataron de esa forma? Muchos pensarán que lo hicieron para torturarlo y hacerlo sufrir innecesariamente; la lógica me dice que lo hicieron así porque no tenían otras armas más letales a su alcance, no tenían ni revólver ni cuchillo por lo que tuvieron que golpearlo para poder matarlo. Lo trataron de ahorcar, lo trataron de quemar, lo golpearon con el gato, palo y tubos y no podían matarlo. Si hubieran portado un revolver o algun cuchillo los hubieran utilizado. En los informes policiales no se mencionaron revolver ni cuchillo. *(hasta ahora)
 Si no tenían revolver, ni cuchillos al matarlo, no los tenían tampoco cuando abordaron el auto. Por lo tanto, la teoría del car jacking clásico queda descartada. La única arma (confirmada) que poseían los asesinos  en el principio era el cable que llevaba una de sus asesinas en su cartera. Esto refuerza lo siguiente: El, subió a sus asesinas voluntariamente a su auto ya que ellas no  llevaban armas y no tenían con que amenazarlo. Si él las conocía o si las subió al auto para tener sexo con ellas es algo que sólo él y ellas sabían. Parece ser que José Enrique Gómez Saladí era un buen hombre que tomó una mala decisión.

 Fue un asesinato deleznable. No hay dudas de que son asesinos y merecen una larga condena en la  cárcel, pero no la pena de muerte. Me gusta llegar a (juicios) conclusiones por mi mismo y no me gusta que alguien (la familia y sus amigos) me quieran imponer sus ideas. Quieren controlar la opinión pública queriendo canonizar a la cañona a este heroe atípico. La verdad es la verdad, gústele al que no le guste.
 Comprendo a la viuda y entiendo lo dificil que es para ella aceptar la terrible realidad  de que esa noche su marido murió dos veces.

Han pasado ocho meses desde que escribí este artículo y no se han radicado cargos federales por carjacking contra los acusados.